Los visitantes de la Barranca de Huentitán son premiados por su esfuerzo físico con un gran paisaje durante el recorrido. Esta maravilla dentro de la ciudad te transporta a otro lugar sin ir más lejos. Aunque además hay otra buena excusa para visitarlo: el puente de Arcediano. Conoce un poco más de lo que hay detrás de esta gran obra.
Un poco de historia
Este puente se construyó en 1894 por Salvador Collado y tenía la particularidad de ser el primer puente colgante en México y el segundo en América, solo detrás de nada más y nada menos que el Puente de Brooklyn en la ciudad de Nueva York, de donde toma su inspiración.
Su principal objetivo en aquel momento era unir a comunidades como Ixtlahuacán del Río, Cuquío y Teocaltiche con Guadalajara. El puente que conocemos hoy en día tuvo varias transformaciones. La primera fue después de 1950, cuando un rebaño de vacas cruzaba el río, ocasionando que este se colapsara (lo sabemos, suena como broma).
En 2005 se desmontó para dar paso a la presa Arcediano y se reubicó 700 metros aguas abajo. Cabe mencionar que se utilizó la técnica original de su construcción y siguiendo las observaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Cómo visitar el puente de Arcediano
Hoy en día el puente de Arcediano te espera al final del descenso a la barranca. Toma en cuenta que el camino es más importante que el destino. Así que si no tienes mucha condición física, toma las cosas con calma, ya que los 500 metros de profundidad del cañón son toda una prueba que tiene muchas recompensas: como admirar la naturaleza desde los distintos puntos y tomarte unas fotos en este puente altamente instagrameable.
Para llegar, solo necesitas entrar a la Barranca de Huentitán por alguno de los accesos de la calle Belisario Domínguez. Una vez ahí, solo es cuestión de tomar el camino regular y seguir los letreros que hay colgados a lo largo del trayecto. El recorrido hasta acá te tomará alrededor de cinco kilómetros.
¿Suena bien? Entonces ya tienes un poco de historia de este símbolo que te espera en la barranca.